ENVIADO POR J.L.
Que los medios, incluidos los más modernos, se utilizan para transmitir determinados mensajes no se le escapa a casi nadie.
Sólo era cuestión de tiempo que esta práctica llegara a un sector tan reciente como los videojuegos. Uno de los ejemplos más recientes es Call of Duty: Modern Warfare 2, un juego bélico ambientado en la actualidad, y en el que se ha empleado una poderosa maquinaria en cuestiones de marketing de manera que es imposible no haber visto ninguna de sus imágenes en telediarios, anuncios, Internet, etc.
En él encarnamos -es lo que se llama shooter en primera persona, es decir que vemos la realidad a través de los ojos del protagonista (que dispara)- a diversos soldados en una misión general que es acabar con una conspiración mundial. La trama se desarrolla en capítulos ambientados en diferentes localizaciones, todas ellas lugares de reconocido peligro. No hace falta decir que al final ganamos.
Hasta aquí, nada se sale de la normalidad. De hecho, todo sigue el patrón establecido en la mayoría de videojuegos, salvo por un par de cuestiones formales.