Las lecturas del mensaje: Call of Duty: Modern Warfare 2

ENVIADO POR J.L.

Que los medios, incluidos los más modernos, se utilizan para transmitir determinados mensajes no se le escapa a casi nadie.

Sólo era cuestión de tiempo que esta práctica llegara a un sector tan reciente como los videojuegos. Uno de los ejemplos más recientes es Call of Duty: Modern Warfare 2, un juego bélico ambientado en la actualidad, y en el que se ha empleado una poderosa maquinaria en cuestiones de marketing de manera que es imposible no haber visto ninguna de sus imágenes en telediarios, anuncios, Internet, etc.

En él encarnamos -es lo que se llama shooter en primera persona, es decir que vemos la realidad a través de los ojos del protagonista (que dispara)- a diversos soldados en una misión general que es acabar con una conspiración mundial. La trama se desarrolla en capítulos ambientados en diferentes localizaciones, todas ellas lugares de reconocido peligro. No hace falta decir que al final ganamos.

Hasta aquí, nada se sale de la normalidad. De hecho, todo sigue el patrón establecido en la mayoría de videojuegos, salvo por un par de cuestiones formales.
La acción es extremadamente violenta, la misión es exterminar al enemigo sin piedad. A veces nos desplazamos a su casa, que corresponde a lugares llenos de bandas hostiles como Afganistán, las favelas de Río de Janeiro o alguna ex- república soviética llena de terroristas. Justo los estereotipos del peligro actual para un americano o europeo (o japonés) medio.

Otras veces, ellos vienen a buscarnos e invaden el mismísmo corazón de los Estados Unidos. Aquí se apela a otro viejo fantasma, el enemigo ruso, aunque en el fondo, el miedo más profundo sea el de tener el enemigo en casa, como así se descubre finalmente. Por muy fuerte que sea el general traidor enemigo, acaba cayendo ante los defensores de la democracia que se emplean con toda la dureza que pueden. No es una violencia repulsiva ya que están legitimados por la justicia de la causa que defienden.

Fin.

Ahora bien, toda esta acumulación de estereotipos no debería de engañar a nadie, ni siquiera al más perroflauta. El videojuego realmente contiene todo lo apuntado en las líneas anteriores, pero su mensaje real no es una apología de la violencia imperialista occidental, sino una búsqueda de aquello tan conocido de no dejar indiferente a nadie. La razón, evidentemente, vender. De otra forma, no tendría sentido una mini aventura que no afecta el desarrollo del videojuego - de hecho es bastante sosa- en la que debemos actuar como terrorista y matar civiles. Una provocación gratuita y debidamente publicitada con el único objetivo de atraer el morbo tanto del jugador "profesional" como del ocasional.

El juego es realmente increíble. Mi recomendación es jugarlo. Olvidarse de todas estas cuestiones y pasar un buen rato. Eso sí, con una copia pirata no sea que al final estemos subvencionando a la Asociación del Rifle.

J.L.